viernes, 9 de agosto de 2013

Javier se había equivocado

(esta historia fue inventada cuando hacíamos ejercicios juntos)
La mujer de Javier estaba cocinando la cena, mientras él dormía la siesta en el sillón. Iban a recibir a sus padres: los de ella e los de él. Los padres llegarían en una mediahora.
La mujer de Javier se dio cuenta que le faltaba cebolla. Pués despertó a Javier y le dijo que añadiera dos cucharadas de azúcar a la sopa (que estaba en la cocina) en unos minutos ("Sólo dos cucharadas ¿entiendes tú?"). Entonces se marchó rápido al mercado.

Javier tenía muchos sueños (había vuelto de un sueño gracioso), pero se levantó del sillón e hizo lo que le había pedido su mujer. Es prudente obedecer a las mujeres.

Justo cuando ella hubo regresado (con la cebolla, por supuesto) sonó el timbre. ¡Los padres! Ella no tuvo tiempo para comprobar la sopa e corrió a la porta para abrirlos. 

A las 8, la preciosa sopa fue servida. Todos (Javier, su mujer, y los padres) tomaron la primera cucharada de sopa.

Justo en aquel preciso momento que Javier se dio cuenta que se había equivocado.

Una pregunta:  ¿Qué habrá andado mal?

4 comentarios:

  1. ¿Javier había echado dos cucharadas de sal en vez de azúcar? :)

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  2. @mazury: Te agradezco por tu comentario. Exactamente! Pero porque se equivocó Javier?

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    1. Podría ser que Javier estaba muy dormido por eso confundió el azúcar con la sal.. :)

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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